Inspecciones térmicas para fábricas. La calidad de los productos es una de las prioridades de cualquier fabricante. Tanto si su empresa fabrica productos finales como componentes para que otras empresas los incorporen a sus productos, los riesgos son los mismos: si su equipo de producción falla, su negocio pasa rápidamente de ser una organización rentable a una empresa con pérdidas. Muchas empresas solían mantener un buen nivel de existencias de reserva en el almacén para asegurarse de que sus clientes nunca se quedaran sin material en caso de una interrupción imprevista de la producción.

Pero a medida que aumenta la competencia y se minorizan los márgenes, la mayoría de las empresas optan por inmovilizar la menor cantidad posible de efectivo en existencias, lo que hace que las existencias de reserva sean una forma menos eficiente de operar en el entorno altamente competitivo de hoy en día.

Si se realizan inspecciones térmicas periódicas, se pueden identificar firmas térmicas en cada conexión eléctrica, motor eléctrico, otro componente eléctrico o equipo móvil de una instalación. Mientras los equipos funcionen según lo previsto, las temperaturas se mantendrán razonablemente constantes, y los conocimientos adquiridos no serán más que una tranquilidad periódica. Sin embargo, si de repente una lectura de temperatura comienza a aumentar de forma inusual, esto puede ser indicativo de un fallo en desarrollo.

Como se ha mencionado anteriormente en este artículo, la corrección de fallos puede ser tan sencilla como apretar una conexión o limpiar las aletas de refrigeración o los conductos de aire, pero los fallos pueden ser más graves y requerir un mantenimiento más detallado o la sustitución de componentes.

En el ejemplo de un motor eléctrico que presenta temperaturas más elevadas debido a una acumulación de polvo y suciedad, la solución puede llevar 5 minutos, cuando el motor se ha apagado, para limpiarlo a fondo. Si el problema no se detecta a tiempo, el motor puede averiarse o deteriorarse y requerir la instalación de un motor de repuesto, lo que puede provocar una parada de varios días mientras se espera la entrega de un motor nuevo.

Las cámaras térmicas requieren poca formación para su uso en manos de un operario, y la inversión en una cámara, la formación del operario y el software de generación de informes asociado puede costar menos de lo que piensa. La única certeza es que el coste total será menor que una parada de producción no planificada.